Según el magistrado Alexandre Victor de Carvalho, en el juzgamiento de procesos por tráfico de drogas, la prueba testimonial desempeña un papel decisivo. Sin embargo, la forma en que se recoge esta prueba puede influir directamente en el resultado de la acción penal. En especial, la ausencia de compromiso legal por parte de los testigos genera debates sobre la fuerza probatoria de esas declaraciones.
El magistrado ya ha señalado que la falta de este compromiso puede reducir el peso de la prueba, especialmente cuando no existen otros elementos sólidos que respalden la acusación. Vea más a continuación:
Tráfico de drogas y la importancia del compromiso legal de los testigos
En el contexto del tráfico de drogas, la ley prevé que los testigos oídos en juicio asuman formalmente el compromiso de decir la verdad. Esta exigencia garantiza mayor confiabilidad en la declaración y permite responsabilizar al testigo por eventual falso testimonio. Como señala el magistrado Alexandre Victor de Carvalho, cuando no se recoge este compromiso, la declaración deja de ser una prueba plena y pasa a tener el valor de mera información, lo que puede alterar significativamente el análisis del caso.

Este cambio en la valoración es especialmente relevante cuando la acusación se apoya casi exclusivamente en testimonios recogidos sin compromiso legal. En esos casos, el magistrado explica que la condena por tráfico de drogas se vuelve frágil, ya que el proceso penal exige una prueba robusta para apartar la presunción de inocencia. Sin otros elementos consistentes, como incautaciones confirmadas por peritajes o pruebas técnicas, el riesgo de condenar injustamente aumenta.
La insuficiencia probatoria y el principio del in dubio pro reo
Cuando el proceso por tráfico de drogas se basa únicamente en declaraciones de personas oídas como informantes, sin compromiso legal, se produce un debilitamiento natural del conjunto probatorio. Para el magistrado, este escenario debe llevar a la aplicación del principio del in dubio pro reo, que determina que, ante una duda razonable, el acusado debe ser absuelto. Esto no significa que toda prueba testimonial sin compromiso deba descartarse, sino que debe estar corroborada por otros elementos.
La insuficiencia probatoria también refuerza la importancia de respetar rigurosamente las garantías procesales. Según presenta el magistrado Alexandre Victor de Carvalho, la acusación debe aportar pruebas claras y coherentes, ya que la libertad del individuo y la credibilidad del sistema de justicia dependen de ello. Condenar sin una base probatoria adecuada compromete la legitimidad del Poder Judicial y vulnera el Estado de Derecho.
Buenas prácticas en la producción de pruebas y su impacto en la decisión judicial
La prevención de nulidades y debilidades probatorias en acciones por tráfico de drogas comienza en la fase de instrucción procesal. Es fundamental que jueces, abogados y fiscales estén atentos a la forma en que se recogen las pruebas, asegurando que el compromiso legal sea registrado siempre que sea posible. Como considera el magistrado Alexandre Victor de Carvalho, este cuidado garantiza la validez de las declaraciones y fortalece el proceso frente a eventuales recursos.
Además, es recomendable que la prueba testimonial esté acompañada de otros medios de prueba, como peritajes, registros fotográficos, interceptaciones autorizadas e incautaciones documentadas. Para el magistrado, este conjunto probatorio integrado aumenta las posibilidades de una decisión justa, sea condenatoria o absolutoria. De esta manera, se evita que la ausencia de compromiso legal se convierta en un punto central para la anulación o modificación de la sentencia.
Por último, en los procesos por tráfico de drogas, la ausencia de compromiso legal de los testigos no es un detalle irrelevante, sino un factor que puede cambiar completamente el desenlace de la acción penal. Cuando esta falla se suma a la falta de otras pruebas consistentes, se abre la puerta a la absolución, como destaca Alexandre Victor de Carvalho en sus análisis. La lección que queda es que la producción de pruebas debe seguir rigurosamente las normas procesales y garantizar la confiabilidad de las declaraciones.
Autor: Luisa Fygest